La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante eventos de peligro que resultan estresantes.

La ansiedad tiene como fin la supervivencia del individuo, a través de activar mecanismos del cuerpo para la defensa del peligro. Estos cambios pueden ser físicos como: incremento de los latidos del corazón y la presión, sentir que los músculos se tensan, sensación de frío en la piel, mareos, náuseas, sudoración; y en los cambios psicológicos se puede experimentar miedo, pánico la sensación de que moriremos en ese momento.

Una separación de cualquier índole, ya sea de pareja, familiar, de amigos, de trabajo, puede generar una sensación de descontrol y desequilibrio, que tiene que ver con el desorden que se genera a nivel emocional, de pensamiento, sensaciones y físico.

Es complicado, en la soledad de la separación, entender porque se manifiestan cambios conductuales en una persona que ha vivido recientemente una separación. Un proceso de acompañamiento terapéutico ayuda a la comprensión de estos cambios y a la adaptación de un nuevo estilo de vida para la recuperación paulatina.

El duelo es una emoción intensa, que se siente independiente a la tristeza, al vivir una pérdida de un estilo de vida o de un ser querido.

Es probable que las personas se sientan adormecidas y aisladas de la vida cotidiana e incluso incapaces de continuar con sus obligaciones debido al agotamiento por el sentimiento de pérdida.

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Se caracterizan por generar una sensación de miedo intenso, que tiene consecuencias físicas similares a las de la ansiedad.

Sin embargo, estos ataques repentinos propician cambios en la persona y su comportamiento, al sentir que se repetirá el episodio en cualquier momento. Las personas que sufren de ataques de pánico son propicias a consumir sustancias nocivas ante una crisis y a su vez aislarse o evitar lugares por miedo a una crisis.

Los trastornos alimenticios son alteraciones en el pensamiento sobre la comida y la conducta alimentaria que tienen afectaciones en la salud mental de quien los padece.

Existe una tendencia hacia dejar de comer o comer más de lo necesario y provocarse el vómito.

Entre los principales trastornos alimenticios se encuentran la Anorexia Nerviosa, Bulimia Nerviosa y el Trastorno por atracones.

Con frecuencia las pláticas y negociaciones en la relación pueden tornarse agotadoras o violentas, debido a la manera de relacionarse y comunicarse de la pareja.

Generalmente se intentan las mismas formas de resolver conflictos, que el desgaste genera una ruptura relacional. Las relaciones de pareja son como una “danza” y se requiere del acuerdo de bailar a la par la misma melodía, para encontrar la sincronía en la relación.